La salud del organismo depende de la salud del intestino. Es ésta una de las premisas de la medicina biológica.
El buen funcionamiento del sistema de eliminación de las toxinas y desechos de nuestro cuerpo incide directamente en la salud del mismo. Si nuestro «servicio de limpieza» no funciona bien, las enfermedades son la consecuencia.
La técnica de la hidroterapia de colon, cuya utilización es mencionada desde muy antiguo (los egipcios la emplearon desde el año 1500 ac para el tratamiento de diversas enfermedades), se puede definir como la irrigación del intestino con agua filtrada e ionizada y con una temperatura controlada. Con un tubo de doble vía entra el agua por un lado y por el otro sale con los restos que hay en el intestino retenido.
Además de los egipcios, los padres fundadores de la medicina Occidental, Hipócrates, Galeno y Paracelso, prescribían el uso de enemas para la limpieza del colon. Y muchas tribus del Amazonas administraban el agua de los ríos para limpiar el intestino. A principios del siglo XX, la popularidad del tratamiento se disparó en Europa y EE.UU.
El cirujano estadounidense John H. Kellogg (1852-1943) ya afirmó que el 90% de las enfermedades de la civilización tienen su origen en la perturbación del colon.
El Doctor John Harvey Kellogg es uno de los precursores de la utilización de la hidroterapia de colon para curar las enfermedades. Según él, las enfermedades podían curarse con la limpieza de los intestinos y mediante la modificación de la flora intestinal. En su sanatorio de Battle Creek empleaba una máquina para irrigar a sus pacientes con agua. La mitad del agua se aplicaba por vía rectal. Y al agua seguía el yogur, que renovaba la flora intestinal. Defensor de las bondades del ejercicio físico y de una dieta vegetariana a base de laxantes, fibra y proteína, sostenía que la alteración de la flora intestinal se aceleraba con los enemas, que limpian la parte inferior del intestino grueso, y era contrario a la cirugía para curar enfermedades, fueran intestinales o de otra clase. Entre sus pacientes hay que citar a John D. Rockefeller o Thomas Edison, entre muchos otros personajes ilustres. Además, es el inventor de los cereales para el desayuno, los Corn Flakes.
Alexis Carrel, hace más de 50 años, también realizó un experimento determinante conforme al cual se llegó a la conclusión de que una condición precisa para vivir es la eliminación de las toxinas. Realizó un cultivo de células embrionarias de corazón de pollo en una solución que incluía los nutrientes necesarios para su vida, y cuando se ayudante se olvidó de renovar diariamente la solución con el fin de eliminar las toxinas, las células perecieron, lo que condujo a Carrel a decir que la célula es inmortal y que es el líquido en la que se baña el que degenera. Si renovamos este líquido de forma regular y aportamos a la célula el medio para limpiarse, el pulso de la vida se podrá prolongar indefinidamente
Lane, cirujano inglés especialista en cirugía abdominal, ha sido testigo de casos numerosos de curación de enfermedades crónicas, del aparato locomotor o no, después de intervenciones en el colon.
Desde Biosalud tenemos una amplia experiencia en la utilización de la hidroterapia de colon y observamos muchas veces como al hacer una limpieza intestinal importante se resuelve un hombro totalmente inmovilizado con dolor fuerte o desaparecen los síntomas de una hernia discal, por ejemplo. Toda perturbación cólica obstaculiza la eliminación eficiente de las toxinas y es responsable de múltiples enfermedades.
Siguiendo al naturópata estadounidense Irons, cuatro son los signos cardinales de intoxicación crónica de origen intestinal:
- La fatiga matutina
- El envejecimiento prematuro de la piel
- La pérdida de la libido o del deseo sexual
- La disminución de la fecundidad.
Cuando tengamos estos síntomas, haremos bien en prestar atención y tomar las medidas oportunas a la mayor celeridad.
La primera máquina de hidroterapia de colon moderna fue inventada hace unos 100 años. Hoy en día, los higienistas del colon o hidroterapia de colon realizamos las irrigaciones de colon. Las irrigaciones de colon trabajan un poco como un enema. Pero implican mucha más agua y ninguno de los dolores o malestar. La lavativa intestinal o enema es como el cepillado de dientes que nos hacemos en casa todos los días, y la hidroterapia de colon es como la limpieza dental que nos hace el dentista.
Las máquinas actuales han avanzado, como todo, de manera espectacular. En Biosalud, usamos aparatología con control electrónico y digital, monitorizando en todo momento la temperatura, la presión del agua, el volumen que entra y sale, y por supuesto que todo el material sea desechable.
Beneficios inmediatos con hidroterapia
La limpieza del colon hace posible el buen funcionamiento de los procesos mecánicos de descomposición de grasas, apoya la digestión al tonificar las secreciones del cuerpo, ayuda a una mejor descomposición de los alimentos mediante el apoyo a los intestinos, estómago, páncreas e hígado, entre otros y apoya activamente el suministro de nutrientes
La limpieza del colon promueve un mejor movimiento del intestino. Se produce una mejor absorción de los nutrientes, los cuáles son procesados correctamente en el sistema digestivo. Nos desharemos de las hormonas, colesterol, toxinas y restos de bacterias.
Cualquier persona que sufre de gases, hinchazón, calambres dolorosos, acné y otras afecciones de la piel, artritis y una larga lista de dolencias del intestino, como colon irritable, puede beneficiarse de la hidroterapia de colon. En particular, se aconseja para los tratamientos complementarios a la terapia oncológica; cuando una terapia biológica permite al cuerpo la ruptura de una masa cancerosa, es esencial que se consiga una rápida y eficaz eliminación de las toxinas resultantes.
El cáncer de colon y de intestino, que son causantes de muchas muertes, pueden prevenirse con procedimientos de higiene eficaces. La eliminación de grandes cantidades de materia tóxica libera a los pacientes y puede conducir a la reducción de síntomas como la artritis, el síndrome de fatiga crónica, la candidiasis y otra serie de enfermedades. Correctamente ejecutada, la irrigación del colon puede ayudar a restaurar la acción peristáltica normal en un intestino perezoso. Además, la eliminación de la capa de materia fecal que recubre los intestinos en muchos individuos permite una mejor asimilación de los nutrientes de los alimentos.
De una forma resumida, podemos decir que los beneficios más destacables de la hidroterapia de colon son los siguientes:
- la evacuación de restos fecales y toxinas retenidos durante tiempo
- la estimulación del sistema defensivo
- la normalización de la permeabilidad intestinal
- la ayuda al reequilibrio de la flora intestinal
- la mejora de la motilidad intestinal, entre muchos otros.
La hidroterapia de colon, técnica de referencia en Biosalud
Llevamos mucho tiempo practicando la hidroterapia de colon, ya que la consideramos una técnica muy útil como complemento a cualquier tratamiento dentro de la medicina biológica.
Puesto que una de las fases preliminares de cualquier tratamiento, especialmente en afecciones crónicas, es la desintoxicación del organismo, es vital vaciar el colon para evitar que siga absorbiendo toxinas y comenzar a restablecer la flora intestinal.
Nos aseguramos antes de realizar el tratamiento que el paciente no puede resolver su problema con otros tratamientos y determinamos la pauta y el número de sesiones. Además, el paciente también puede venir derivado por la prescripción de otro médico que asuma la responsabilidad de la indicación.
A pesar de que hay personas que vienen a la clínica con cierto reparo, la hidroterapia de colon no es en absoluto una técnica complicada, siempre que se haga bajo la supervisión médica adecuada, como sucede en nuestro caso. Nosotros la utilizamos para muchas patologías, especialmente las crónicas. También es fundamental en el tratamiento de la candidiasis crónica intestinal. Es una de las técnicas más adecuadas para el mantenimiento de la salud
La sesión dura aproximadamente una hora. La noche anterior se pone un supositorio de glicerina, sobre todo en las primeras sesiones. También es a veces aconsejable el llevar una alimentación los días posteriores rica en verduras, reduciendo las proteínas de la carne y el pescado. Tras cada sesión, nos sentiremos con una sensación de bienestar y de «limpieza» interior. La pauta mínima de inicio es de 3 sesiones, y es recomendable hacer hasta 10, e incluso un ciclo en otoño y otro en primavera, junto con una cura hepática.